Opinión

1° de Mayo: que el todo sea superior a la parte

Por Santiago Gutiérrez (*)

El principio para la acción política del Papa Francisco que refiere a que “el todo es superior a la suma de todas las partes” es una guía en sí misma. Es un concepto que prioriza la importancia de lo colectivo por sobre lo individual. Es una mirada que pone en tensión el egoísmo que abraza a lo particular. Es un sentido de cómo concebir el accionar de cada uno de los miembros de nuestra comunidad. Es ordenar el interés individual detrás del interés colectivo.

Sería una verdad de perogrullo decir que este 1 de mayo es especial por múltiples razones. Es el primer día del trabajador con este gobierno insensible y autoritario que desde la línea de largada juega con la desesperación de la única clase de personas que nosotros concebimos: las que trabajan.

La jubilada que no puede pagar los medicamentos. El comerciante que vende menos y en breve le suben las tarifas. El trabajador del Estado con más de 20 años de antigüedad que recibió un mail de despido un viernes a la noche. La vecina que no puede ir a hacer un trámite a la dependencia estatal cercana que cerraron hace poco. El laburante que trabajaba en una obra pública paralizada.

El vendedor ambulante que cada vez es más ambulante y menos vendedor. El pibe que estudia gratis en la universidad y no sabe por cuánto tiempo. La docente que espera un bondi cada vez más caro para ir de un colegio a otro. El profe de un club de barrio que no llega a pagar la combi para el partido del domingo La responsable de un espacio comunitario desfinanciado que hace malabares para sostenerlo. ¿Hay alguna duda que estamos hablando de personas que trabajan?

En estos 120 días, todos los trabajadores vivimos un poquito peor. Cada uno de nosotros es afectado por alguna medida económica de Milei, que quiere dividir y enfrentar los reclamos. El Presidente quiere la parte por sobre el todo, que no empaticemos, que discutamos entre nosotros, que privilegiemos lo individual.

Del lado opuesto a Milei, tenemos la necesidad de tejer todos los reclamos y hacerlos uno. La movilización convocada por la CGT del 24 de enero, la convocatoria de las mujeres del 8 de marzo, la marcha del Nunca Más del 24 de marzo y la marcha universitaria federal del 23 de abril son señales concretas de que hay una comunidad despierta, alerta y movilizada en defender sus valores, sus ideas y sus derechos conquistados.

Del lado opuesto a Milei, queremos volver a concebir al pueblo como protagonista y no como observador de la historia. Tenemos la demanda de abrazar el todo por sobre la parte. Ante lo individual, que predomine lo colectivo. Caminando a la par, siendo compañeros, escuchando, estando cerca, mirando a los ojos. Levantando reclamos y agendas de las mayorías en pos del bien común y de un proyecto superador que tenga como eje ordenador el trabajo para la felicidad de nuestro pueblo.

Del lado opuesto a Milei, a pesar de un presente dañino para nuestros laburantes, no perdamos la esperanza de un futuro mejor y recordemos unas palabras del 1ero de mayo pero de 1953: “en todas las plazas de la República se estrechan hoy los brazos musculosos y las manos callosas de nuestros hermanos trabajadores. Vaya para ellos lo mejor que tenga mi corazón de argentino y de trabajador, orgulloso de poderme entremezclar en lo mejor que tiene la patria, su maravilloso pueblo, que en la lucha de todos los días en los talleres está construyendo la grandeza de esta bendita patria”.

(*) Dirigente peronista.

Fundador del CDI Francisco.

Diplomado en Políticas Públicas (FLACSO)

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